Poder espiritual de una sola “Atalaya”
◆ En Río de Janeiro, Brasil, una señora de sesenta y tres años de edad recibió un puñado de revistas y periódicos viejos de alguien de su familia. Entre estas publicaciones estaba un ejemplar de La Atalaya y ella lo leyó. Apreciando mucho su contenido, pronto trató de conseguir otros ejemplares; pero no pudo hallar a ningún testigo de Jehová. Por lo tanto, se aprendió de memoria el contenido del único ejemplar que tenía y le habló a todo el mundo acerca de las cosas maravillosas que había aprendido. Solo fue después de seis años que un ministro del Reino tocó a su puerta en cierto tiempo en que esta señora anciana contestó. Mostró gran celo por la verdad, habiendo sido sostenida durante seis años por un solo ejemplar de La Atalaya.