Presentando las buenas nuevas... por carta
1 Una hermana lisiada que vive en Pensilvania halla que para efectuar la mayor parte de su actividad de testificar tiene que escribir cartas. Se mantiene muy ocupada en su servicio a Jehová y disfruta de buen éxito en su obra, pues recibe muchas respuestas a sus cartas. ¿Qué dice ella en las cartas que escribe? ¿A quiénes escribe? ¿De dónde consigue las direcciones?
2 Al leer una de sus cartas usted se imaginaría que ella estuviera a su puerta hablándole. A menudo sus cartas empiezan con estas palabras: “Buenos días. Yo me llamo————. Escribo a fin de compartir con usted cierta información que la Biblia provee sobre ‘hallando la religión verdadera.’ Sinceramente espero que esto haga más agradable su día.” Al continuar su carta generalmente usa la presentación que se bosqueja en el Ministerio del Reino, expresándola en sus propias palabras. Sí, realmente escribe su carta como si estuviera hablando a la persona de una manera amigable, cara a cara.
3 Muchos de la congregación saben que esta hermana ha tenido buen éxito al testificar por carta. De modo que le dan los nombre y direcciones de personas a quienes les gustaría que ella les escribiera. Escribe a individuos que ella y otros publicadores han llegado a conocer en el hospital. Un hermano llegó a conocer a un hombre de negocios que vivía en otra parte del país. Este señor manifestó interés en la verdad. De modo que el hermano le dio el nombre y la dirección de este señor a la hermana, y ella siguió cultivando el interés por correo. Ella consigue algunos de sus nombres de la columna de notas necrológicas. O si hay información en el periódico local acerca de una mujer que haya dado a luz su primer hijo o de una pareja que anuncia su compromiso, les escribe, compartiendo con ellos buenas nuevas de las Escrituras para animarlos en el desempeño de sus nuevas responsabilidades. El superintendente ha ido a los salones de entrada de las casas de apartamentos donde no les es posible a los publicadores entrar para dar el testimonio, y ha copiado los nombre y números de los apartamentos de los buzones para que esta hermana pueda comunicarse con estos individuos por carta. También se han obtenido nombres y direcciones de la guía de teléfonos así como de otros lugares.
4 Esta hermana está muy ocupada y muy feliz con los privilegios teocráticos que tiene. No importa cuál sea nuestra situación en la vida, todos podemos tomar parte en hacer disponibles las buenas nuevas a otros, también. Los que estamos físicamente capacitados desearemos usar nuestro tiempo y energía en la obra de casa en casa y en otro rasgos regulares del ministerio. No se tiene en mira que los publicadores y precursores físicamente capacitados dediquen mucho de su tiempo a escribir cartas. Pero los que tengan que quedarse en cama o no puedan salir de su casa por diferentes razones, ya sea permanente o temporalmente debido a enfermedad, tiempo malo, o por otras razones, podrán emplear bien su tiempo y energía en el servicio de Jehová haciendo lo que se ha explicado aquí. Reconocemos la urgencia de los tiempos. Es importante que participemos al mayor grado posible en el servicio de Jehová, porque el tiempo que queda está reducido.
“Sigan andando en sabiduría . . . comprándose todo el tiempo oportuno que queda.”