¡Seamos celosos por lo que es bueno!
1 Al empezar la temporada de la Conmemoración de 2003, tenemos muchas razones para ser “celosos por lo que es bueno” (1 Ped. 3:13). ¿La razón principal? El sacrificio redentor de Jesucristo (Mat. 20:28; Juan 3:16). A este respecto, el apóstol Pedro escribió: “No fue con cosas corruptibles, con plata u oro, con lo que fueron librados de su forma de conducta infructuosa [...]. Más bien, fue con sangre preciosa, como la de un cordero sin tacha e inmaculado, sí, la de Cristo” (1 Ped. 1:18, 19). La gratitud por esta extraordinaria expresión de amor nos impele a mantenernos muy ocupados en hacer lo que es bueno, reconociendo que Jesús “se dio a sí mismo por nosotros para librarnos de toda clase de desafuero y limpiar para sí un pueblo peculiarmente suyo, celoso de obras excelentes” (Tito 2:14; 2 Cor. 5:14, 15).
2 Cuando efectuamos lo que es bueno a la vista de Dios, gozamos de una buena relación con él y llegamos a estar bajo su cuidado amoroso. Pedro agregó: “El que quiera amar la vida y ver días buenos, [...] apártese de lo que es malo y haga lo que es bueno; busque la paz y siga tras ella. Porque los ojos de Jehová están sobre los justos, y sus oídos están hacia su ruego” (1 Ped. 3:10-12). En estos tiempos peligrosos, es una gran bendición saber que Jehová nos vigila y está listo para obrar a favor de nosotros, para “salvaguardar[nos] como a la niña de su ojo” (Deu. 32:10; 2 Cró. 16:9).
3 A pesar de las pruebas que afrontaron, los primeros cristianos a quienes escribió Pedro tenían un celo ardiente que no podía apagarse y proclamaron las buenas nuevas al mayor grado posible (1 Ped. 1:6; 4:12). Lo mismo es cierto del pueblo de Dios hoy día. Aunque vivimos en “tiempos críticos, difíciles de manejar”, la gratitud por la bondad de Jehová nos impulsa a efectuar su voluntad con celo (2 Tim. 3:1; Sal. 145:7). Examinemos algunas de las buenas obras en las que participaremos durante la temporada de la Conmemoración.
4 Invitemos a otros a la Conmemoración. Una manera de mostrar aprecio por la extraordinaria dádiva del rescate es asistiendo a la Conmemoración anual de la muerte de Jesús, que se llevará a cabo el próximo miércoles 16 de abril, después de la puesta del Sol (Luc. 22:19, 20). El año pasado, las 94.600 congregaciones de todo el mundo informaron una asistencia total de 15.597.746 personas, la cual superó en más de doscientas veinte mil la asistencia del año 2001.
5 ¿Cuántos asistirán este año? Mucho dependerá de nuestro empeño diligente por animar a otros a reunirse con nosotros. Empiece por hacer una lista de todas las personas que desea invitar. Encabezándola debería estar su familia inmediata. Si su cónyuge no es creyente, exprésele su sincero deseo de que vaya con usted. Un esposo incrédulo dijo que asistió a la Conmemoración el año pasado porque vio lo mucho que su presencia significaba para su esposa. Los siguientes en la lista deben ser sus parientes, vecinos, compañeros de trabajo o de escuela. Asegúrese de invitar a sus estudiantes de la Biblia.
6 Cuando termine la lista, aparte tiempo para entregar personalmente una invitación a cada uno. Utilice las invitaciones impresas de la Conmemoración. Para ayudarlos a recordar cuándo y dónde se llevará a cabo esta reunión, escriba a máquina o con letra de molde, en la parte inferior de la invitación, el lugar y la hora. Al acercarse el 16 de abril, recuerde a todos los de la lista, sea en persona o por teléfono, que asistan a la ocasión. Ayudemos a cuantos podamos a estar presentes para esta reunión tan sagrada.
7 Ayudemos a quienes asistan a la Conmemoración. La noche de la Conmemoración siempre es una ocasión emocionante. Tenemos la oportunidad de recibir a personas que normalmente no vienen a nuestras reuniones. Haga planes para llegar temprano y quedarse hasta tarde, según lo permitan las circunstancias locales. Tome la iniciativa de conocer a los nuevos que asistan. Sea afectuoso y hospitalario (Rom. 12:13).
8 ¿Podríamos ayudar a algunos de los que vengan a la Conmemoración a progresar más en sentido espiritual estudiando la Biblia con ellos? Procure obtener el nombre y la dirección de aquellos que actualmente no están recibiendo visitas a fin de que usted pueda brindarles la atención necesaria. Gracias a esta ayuda amorosa, quizás algunos de ellos progresen hasta llegar a ser publicadores no bautizados antes de la Conmemoración del próximo año. Cuando visite a estas personas, invítelas al discurso especial que se pronunciará el 27 de abril.
9 ¿Puede usted ser precursor auxiliar en la primavera? Todos los años, nuestro celo por Jehová nos mueve a esforzarnos plenamente en el ministerio durante los meses de actividad teocrática especial. Los esfuerzos unidos de toda una congregación por predicar las buenas nuevas con celo durante la época de la Conmemoración pueden producir buenos resultados.
10 Una congregación de 107 publicadores y 9 precursores regulares informó que tuvo un “mes excepcional” el pasado abril, pues 53 publicadores sirvieron de precursores auxiliares, entre ellos todos los ancianos y siervos ministeriales. ¿Cómo generaron los ancianos entusiasmo por el servicio de precursor auxiliar ese mes? Empezaron temprano, animando a cuantos fuera posible a servir en esa capacidad. Se celebraron reuniones para el servicio del campo a diferentes horas del día para la conveniencia de toda la congregación. Se dio énfasis especial a la predicación telefónica, sobre todo para el beneficio de los hermanos enfermos.
11 Una hermana de 86 años, que no puede caminar debido a problemas de salud, solicitó el precursorado auxiliar. Por la mañana se sentaba en la mesa de la cocina y dedicaba un par de horas a la predicación telefónica. Entonces descansaba unas cuantas horas y volvía a predicar de la misma manera. Una señora con la que habló había perdido a su marido y a dos hijos adolescentes durante los pasados dos años y no entendía por qué Dios permite que ocurran tales cosas malas. La hermana dio un buen testimonio, y se empezó un estudio bíblico. La predicación telefónica por las noches y en otros momentos es una buena manera de comunicarnos con personas que viven en edificios o zonas inaccesibles. También permite que los publicadores hablen con aquellos que no están en casa durante el día.
12 Los ancianos concluyeron su informe diciendo: “Pasamos un tiempo maravilloso y agradecemos los privilegios y bendiciones que Jehová nos ha brindado”. Si hacen buenos planes, su congregación también recibirá esas bendiciones.
13 Logremos que toda la congregación participe en el ministerio. Nuestro amor a Jehová y al prójimo nos motiva a comprar tiempo todos los meses para dar a conocer las buenas nuevas (Mat. 22:37-39). Los superintendentes de estudio de libro y sus auxiliares deben procurar ayudar a los miembros de su grupo a participar en el ministerio cada mes. Una excelente manera de lograrlo es haciendo planes de antemano para predicar con ciertos publicadores del grupo. En vez de esperar hasta el fin del mes, haga dichos planes temprano. Así tendrá más oportunidades de dar atención amorosa.
14 ¿Hay publicadores enfermos en su grupo de estudio de libro a quienes se les hace muy difícil participar en el ministerio? Si algunos viven en residencias de ancianos o están recluidos en su casa, se comprende que sus oportunidades de dar testimonio sean limitadas. Pero si aprovechan esas ocasiones para hacer resplandecer su luz, pueden motivar a quienes vean sus obras excelentes a interesarse en la verdad (Mat. 5:16). Los superintendentes de estudio de libro deben cerciorarse de que estos publicadores sepan que pueden informar su actividad en el servicio del campo en fracciones de quince minutos. Poder informar el tiempo que dedican a dar testimonio anima a estos hermanos fieles, y les da gozo y satisfacción. También contribuye a que el informe mundial de las actividades del pueblo de Dios sea exacto.
15 Jóvenes que están ocupados en hacer lo que es bueno. ¡Qué animador es ver a jóvenes cristianos que utilizan sus fuerzas y energías en el servicio de Jehová! (Pro. 20:29.) Joven, ¿cómo puedes demostrar tu celo por Jehová durante estos meses de actividad especial?
16 Si aún no eres un publicador no bautizado de la congregación, ¿puedes esforzarte por alcanzar ese privilegio? Pregúntate: “¿Tengo un conocimiento fundamental de las verdades bíblicas? ¿Quiero participar en el servicio del Reino? ¿Es mi conducta ejemplar? ¿Puedo expresar mi fe, hablando a otros acerca de las buenas nuevas? ¿Me impulsa mi corazón a hacerlo?”. Si puedes contestar afirmativamente, entonces di a tus padres que quieres ser publicador. Ellos hablarán con uno de los ancianos del comité de servicio.
17 Si ya eres publicador de las buenas nuevas, ¿podrías aprovechar las vacaciones escolares para aumentar tu participación en el ministerio? Muchos jóvenes bautizados han podido ser precursores auxiliares gracias a un buen horario y a la ayuda de sus padres y otros publicadores. Si eso te es imposible, resuélvete a incrementar tu participación en el ministerio del campo. Fíjate una meta. Además de ponerte una meta de horas, fíjate otra relacionada con la calidad de tu ministerio. Tal vez puedas intentar leer un texto bíblico en cada puerta, mejorar la calidad de tus revisitas, empezar un estudio bíblico o ensanchar tu ministerio al incluir la predicación telefónica u otro rasgo del servicio. ¿Pudieras fijarte la meta de invitar a un vecino, compañero de clase o pariente a la Conmemoración este año? Participar de lleno en estas actividades teocráticas será remunerador y ciertamente animará a otros miembros de la congregación (1 Tes. 5:11).
18 Ayude a los nuevos a progresar. Durante el pasado año de servicio se condujo en Estados Unidos un promedio de más de 463.000 estudios bíblicos cada mes. Con el tiempo, muchos de estos estudiantes progresarán hasta el punto de dedicarse y bautizarse. Sin embargo, antes de que alcancen esa meta, hay que ayudarlos a satisfacer los requisitos para ser publicadores de las buenas nuevas. Este es un paso importante al enseñar a los nuevos a ser seguidores de Jesucristo (Mat. 9:9; Luc. 6:40). ¿Estudia la Biblia con alguien que está listo para dar ese paso?
19 Si tiene dudas respecto al progreso del estudiante, pida la ayuda de su superintendente de estudio de libro o del superintendente de servicio. Tal vez pueda invitarlo a que lo acompañe al estudio. Estos hermanos tienen experiencia valiosa para ayudarle a evaluar cuánto ha avanzado el estudiante, y quizás puedan dar sugerencias a fin de que este siga progresando espiritualmente.
20 Cuando su estudiante exprese el deseo de ser publicador no bautizado y usted crea que satisface los requisitos, hable con el superintendente presidente. Él se encargará de que dos ancianos se reúnan con usted y el estudiante para repasar la información de las páginas 98 y 99 del libro Nuestro ministerio y ver si este llena los requisitos (véase La Atalaya del 15 de noviembre de 1988, pág. 17). Si él es aprobado para ser publicador, usted debe empezar a prepararlo enseguida. Cuando el estudiante entregue su informe de servicio del campo, se anunciará a la congregación que es un publicador no bautizado. Es nuestro deseo que miles de nuevos publicadores, tanto jóvenes como mayores, alcancen este importante hito durante estos meses de actividad especial.
21 Hacer planes contribuye a que se logre el mayor bien. Hacer planes de antemano contribuirá al éxito de nuestras labores teocráticas durante la temporada de la Conmemoración (Pro. 21:5). Hay muchos asuntos que los ancianos han de atender.
22 Para ayudar a la congregación a lograr los mejores resultados en el ministerio del campo, los ancianos deben elaborar un programa práctico de reuniones para el servicio del campo durante la semana y los fines de semana. El superintendente de servicio tiene que llevar la delantera en hacer estos preparativos. ¿Podrían programarse otras reuniones para predicar temprano por la mañana, al final de la tarde o al anochecer? Se debe informar a la congregación al respecto. Convendría que el horario de predicación se colocara en el tablero de anuncios.
23 Los ancianos se asegurarán de hacer los preparativos para la Conmemoración mucho antes del 16 de abril. Por ejemplo, hay que coordinar el uso del Salón del Reino con las demás congregaciones que tal vez se reúnan allí, hay que limpiar el Salón del Reino, escoger a los acomodadores y a los que servirán los emblemas, y obtener los emblemas. Se debe informar a la congregación la hora y el lugar en que se celebrará la Conmemoración y cualquier cambio en el horario de las reuniones esa semana. Atender estos asuntos con diligencia hará posible que la Conmemoración ‘se efectúe decentemente y por arreglo’ (1 Cor. 14:40).
24 Los cabezas de familia quizá deseen apartar tiempo durante su estudio de familia para analizar cómo participar en la actividad especial durante la temporada de la Conmemoración. ¿Pueden todos los miembros ser precursores auxiliares o podría haber cooperación para que uno o más de ellos participara en esta obra? Si eso no es posible, fíjense metas específicas como familia para dedicar más tiempo al ministerio. ¿Hay alguien joven del grupo familiar que pudiera llegar a ser publicador no bautizado si se le animara y ayudara un poco? ¿A cuántas personas puede invitar su familia a la Conmemoración este año? Los buenos planes redundarán en bendiciones y gozo para usted y los suyos.
25 Aproveche al máximo el tiempo que queda. Cuando el apóstol Pedro escribió a los cristianos del siglo primero, les recordó la urgencia de los tiempos porque se había acercado el fin del sistema de cosas judío (1 Ped. 4:7). Actualmente, todas las pruebas indican que el fin del presente sistema de cosas está cerca. Nuestro modo de vivir diario debe reflejar esa convicción. Los siervos celosos de Jehová debemos estar centrados en la urgente obra de declarar las buenas nuevas (Tito 2:13, 14).
26 Ahora es el tiempo de mostrar celo y estar activos. Medite en lo que Jehová ha hecho por usted, su familia y la congregación. Aunque nunca podremos pagarle por las muchas maneras como nos bendice, sí podemos adorarlo con toda el alma (Sal. 116:12-14). Nuestros esfuerzos diligentes serán recompensados con bendiciones divinas (Pro. 10:22). Que todos seamos “celosos por lo que es bueno” durante este tiempo especial de mayor actividad, “para que en todas las cosas Dios sea glorificado mediante Jesucristo” (1 Ped. 3:13; 4:11).
[Recuadro de la página 3]
Asistencia a la Conmemoración en todo el mundo
1999 14.088.751
2000 14.872.086
2001 15.374.986
2002 15.597.746
[Recuadro de la página 4]
¿A quién invitará usted a la Conmemoración?
□ Familia inmediata y parientes
□ Vecinos y conocidos
□ Compañeros de trabajo y de escuela
□ Estudiantes de la Biblia y personas interesadas a quienes visita
[Recuadro de la página 5]
Ayude a quienes asistan a la Conmemoración
□ Deles una cordial bienvenida
□ Visítelos en sus hogares
□ Ofrézcales un estudio bíblico
□ Invítelos al discurso especial
[Recuadro de la página 6]
¿Cuáles son sus metas para la temporada de la Conmemoración?
□ Que alguien a quien usted haya invitado asista a la Conmemoración
□ Llenar los requisitos para ser publicador de las buenas nuevas
□ Dedicar cierta cantidad de horas al ministerio
□ Mejorar en algún rasgo del ministerio
□ Servir de precursor auxiliar