De nuestros lectores
Desastre cósmico Tengo 10 años. Me gustó mucho el artículo “El punto de vista bíblico: ¿Destruirá un desastre cósmico nuestro mundo?” (8 de diciembre de 1998). Me ayudó a ver que ningún desastre cósmico destruirá nuestro planeta porque Jehová quiere que vivamos en una Tierra paradisíaca.
J. P., Estados Unidos
Cirugía sin sangre Quisiera agradecerles el artículo “Los médicos reconsideran la cirugía sin sangre” (8 de diciembre de 1998). Me emocioné mucho al leerlo, ya que me fue muy bien con ese tratamiento cuando me sometieron a un reemplazo total de cadera. Compartí la habitación del hospital con otro hombre a quien le practicaron la misma intervención, pero con sangre. Yo abandoné el hospital en menos de una semana, en cambio él tuvo que quedarse debido a una complicación vírica.
N. H., Estados Unidos
Dejar de fumar El reportaje “Usted puede dejar de fumar; nosotros lo hicimos” (8 de diciembre de 1998) fue especial para mí. Hace poco terminé de estudiar la Biblia con una fumadora. Acude a todas las reuniones, pero la adicción le supone un gran impedimento para el progreso espiritual. Le he entregado varios artículos que abordan este tema, pero pido a Dios que este artículo sea el que finalmente la ayude a superar este obstáculo.
E. C., Estados Unidos
Las sustancias químicas y la salud Recientemente empecé un curso de química, así que cuando vi la revista del 22 de diciembre de 1998, esta captó mi atención rápidamente. Como es habitual en ustedes, saben exponer un tema complicado de tal manera que todo el mundo lo entienda. En vista de que los contaminantes y productos químicos no conocen fronteras, se necesitan acuerdos internacionales para resolver el asunto de la contaminación de una vez por todas, aunque el egoísmo y la avaricia humana lo impiden. Menos mal que Jehová sabe cómo solucionar estos problemas para nuestro bien.
C. V., Canadá
Perder a los padres Gracias por escribir el bonito artículo “Los jóvenes preguntan... ¿Cómo voy a vivir sin mis padres?” (22 de diciembre de 1998). Me confirmó la capacidad de Jehová para proteger a los niños en caso de que pierdan a los padres. Los míos viven, pero a menudo he pensado qué sería de mí si murieran. Me animó mucho el buen ejemplo de Horacio.
M. J., Trinidad
Esfuerzos repetitivos Es difícil expresar lo que sientes cuando encuentras un artículo que trata de lo que te preocupa. Sucedió así con el tema “Lo que debe saber sobre las lesiones por esfuerzos repetitivos” (22 de diciembre de 1998). Ahora me doy cuenta de qué provocó ese tipo de lesión en una de mis muñecas. El consejo que se dio para combatir estas lesiones me fue de mucha utilidad.
S. T., Yugoslavia
Trabajo en una empresa que fabrica instrumental para la prevención de lesiones por esfuerzos repetitivos (LER). Si bien el tema ha suscitado curiosidad y polémica, su artículo fue excelente. Abordó el asunto de manera objetiva e independiente. Impresionó tanto a la junta directiva, que se pidieron ejemplares para enviarlos a nuestros representantes en todo Brasil.
J. P. M., Brasil
Soy ama de casa y, además, tengo un empleo que exige que cargue pesadas cajas de madera. Desde que comencé a trabajar allí, me lastimé la espalda, los brazos y las muñecas. Hace más o menos dos años, empecé a hacer ejercicios de calentamiento durante diez minutos antes de levantarme. Pensé que la gimnasia me ayudaría, pero este artículo me ha proporcionado métodos de recuperación mucho mejores. Voy a dar una copia de la revista a mis compañeros de trabajo.
K. Y., Japón